And I will give you all my heart... So we can start it all over again.
-Continúa narrando Niall-
No sé por cuánto tiempo permanecimos abrazados.
Pero, los minutos que fueran, no se comparan con cuánto la necesito y la
necesité.
Sentirla allí, conmigo, en mis brazos… Luego de
tanto tiempo, sin siquiera saber de ella. Es simplemente demasiado para mí. Y al mismo tiempo tan poco.
Poco a poco, su respiración se fue calmando, a la
vez que las lágrimas dejaban de caer por sus mejillas. Finalmente, hizo un
intento de abandonar el agarre que compartía conmigo, pero se lo impedí. La
abracé más fuerte, dándole a entender que no quería romper ese abrazo, por el
que había estado esperando tanto tiempo.
—No, Niall.
Aléjate— habló con la voz ronca por haber estado llorando. Me separé de ella,
mirándolo incrédulo, sin poder evitarlo. ¿C..cómo? Pensé que si me abrazaba,
era porque pensaba lo mismo que yo, que… —Será mejor que te vayas.
—¿Qué?—
pregunté, sin entender. ¿Estaba hablando en serio?
Sin decir algo
más, se paró y comenzó a caminar hacia la salida de la cocina, evitando volver
a mirarme. Por un segundo, me quedé parado, simplemente viendo cómo se iba a de
allí. En mi mente solo se reproducía una pregunta. ¿Qué es lo que realmente quiere?
Porque, quizás
yo estaba malinterpretando todo. Quizás, a ella simplemente no le interesaba el
pasado. Quizás, tenía un mejor amigo ahora, alguien con el cuál podía contar. Y
quizás, yo ya no le importaba.
Pero yo no me iba a conformar con un
“quizás”.
—______,
¡espera!— exclamé apremiante, mientras mis pies se ponían en marcha. Necesitaba
una respuesta ante tantas preguntas. Necesitaba recuperarla. Necesitaba
explicarle. La necesitaba a ella.
Salí
rápidamente de la cocina, encontrándome a Lina y Natalia, mirándome curiosas.
No tuve que preguntarles nada; ambas simplemente señalaron con el dedo índice
hacia la escalera. No lo dudé, y me lancé hacia ésta, subiendo los escalones de
dos en dos. Al llegar al piso de arriba, alcancé a ver como un largo mechón de
pelo castaño se perdía en el interior de una habitación, la que adiviné que era
de ______. No tardé en llegar hasta allí, justo antes de que pudiera cerrar la
puerta. Me precipité en el interior de su cuarto, haciendo retrocederla dos
pasos hacia atrás. Quedé parado frente a ella, mirándola suplicante. Esta vez,
su rostro estaba en blanco, sin demostrarme ninguna emoción, además del surco
de lágrimas que antes corrían por sus mejillas.
—¿Qué quieres? —me
espetó, antes de que pudiera decir nada. La miré, triste. ¿Aún no entendía nada?
—Sabes lo que
quiero.
Fijó sus ojos
en los míos, estudiándome con la mirada. Siempre había sido buena
interpretándome. Recuerdo que jamás necesitaba decirle lo que me pasaba; ella
simplemente lo sabía. Rogué para que eso continuara siendo así, y pudiera darse
cuenta de lo que sentía en ese preciso momento.
Luego de lo
que me parecieron segundos interminables, volvió a hablar.
—No. —Fruncí el
ceño, sin entender. —No tengo ni la más puta idea de lo que querés —pestañé,
confuso. —¿Por qué, Niall? ¿Por qué volvés a cagarme la vida otra vez?
Nunca pensé que
ocho palabras pudieran doler tanto.
—No te quiero cagar
la vida…— comencé, buscando desesperado las palabras correctas en mi mente. —Yo
sólo…
—¿Yo sólo, qué? ¿Qué
pretendés? —habló, elevando la voz, a medida de que su enojo aumentaba. —¿Qué,
te aburriste de tu mundo de fama? ¿Es eso? ¿O simplemente te pareció gracioso
aparecerte en mi vida de la nada?
—¿Qué decís? —exigí,
sin poder contener la creciente ira que empezaba a sentir. —¿Mi mundo de fama? —repetí, incrédulo.
Me miró, sin
pestañear, cruzando los brazos. Bien, esto sería complicado.
—Mirá —suspiré,
calmándome. No iba a ganar nada con gritarle. —No me estás entendiendo, ______.
—No, no lo hago.
—Bueno. ¿Me dejás
que te explique? —arqueé una ceja, mirándola determinado. —Después, tomá tu
decisión. Pero no me voy a ir de acá hasta que me escuches.
Sin relajar su
rostro, movió apenas la cabeza, indicándome que dijera lo que tenía que decir.
Suspiré, preparándome. Si no lo hacía bien, la iba a perder. Otra vez.
—¿Te acordás de la
última vez que nos vimos? —pregunté. No me respondió, pero ya sabía su
respuesta. —Siempre odiaste las despedidas, pero ese día me fuiste a despedir
con nuestras familias a la estación de trenes, de todas formas. Estuvimos
bromeando y hablando de cosas estúpidas, mientras esperábamos a que pasara el
tren que me llevaría a Dublín. En un momento te pregunté si saldrías con James
Taylor cuando yo me fuera, y tú te reíste y me dijiste “tal vez”. Lo recuerdo,
porque luego estuve como una semana obsesionado con que, si llegabas a salir
con él, volvería a Mullingar sólo para patearle la cara. En realidad, estaba
obsesionado con la idea de volver a verte, lo demás eran todas excusas. El fin
de semana siguiente luego de llegar a Londres, compré un pasaje a Dublin.
Necesitaba estar contigo, te extrañaba muchísimo, y apenas hacía una semana que
me había ido. Sin importar las audiciones, nada, tomé un taxi para ir al
aeropuerto. Comencé a hablar con Steven, el taxista, y le conté toda nuestra
historia, y lo que iba a hacer. ¿Sabes lo que me dijo? —no esperé una
respuesta, mirándola. Ella mantenía su cabeza gacha, con sus ojos fijos en el
piso. —Me dijo: “Tú tienes la oportunidad de empezar una nueva vida. Deja que
ella tenga la suya.” Seguí su consejo, pensando en que si volvía, iba a ser la
persona más egoísta del mundo. Ahora… —noté cómo la voz se me quebraba —sé que
bajarme de ese taxi fue la cosa más estúpida que hice en mi vida.
Respiré hondamente,
intentando calmarme. No quería romperme frente a ella, sólo quería que
entendiera cuándo la necesitaba.
Alzó su cabeza, y
pude ver cómo sus ojos brillaban. Estaba conteniendo las lágrimas.
—Eso —habló, con la
voz entrecortada —no explica por qué estás acá.
—Acabamos de
terminar la gira y queríamos tomarnos un descanso. Hablé con mi abuela, y me
dijo que no vivías más acá. Extrañaba mi hogar y a mi familia, así que vi la
oportunidad perfecta para volver —expliqué rápidamente, mientras las palabras
salían precipitadas de mi boca. —Ahora sé que lo que quería mi abuela era
juntarnos.
—Nunca me llamaste,
Niall —no lo dijo culpándome, sino estableciendo un hecho. Y era cierto, jamás
me puse en contacto con ella. Aunque ella tampoco lo hizo.
—Tú tampoco.
—Quería que
vivieras tu nueva vida.
—Mi vida estaba
acá, contigo.
Distinguí una
solitaria lágrima descender por su mejilla derecha.
—Bien lo dijiste, estaba. Ahora, tu vida está en Londres.
Vas a volver, y me vas a dejar otra vez. ¿En serio quieres hacer esto? ¿Qué
todo pase de nuevo?
—No voy a cometer
el mismo error dos veces.
—Eso no lo decides
tú. Tienes una banda, representantes, responsabilidades, fans…
—¿Puedes dejar de
pensar en los demás? —pregunté, intentando no exasperarme.
—Te vas a volver a
ir.
—No por ahora.
—No quiero volver a
ver cómo te subes a un maldito tren.
—No lo harás. —Di
un paso largo hacia el frente, deteniéndome a poca distancia de ella. Sus ojos
reflejaban todo lo que no decía, y, sin pedir permiso alguno, envolví mis
brazos a su alrededor, hundiendo nuevamente mi rostro en su pelo. Recostó su
cabeza en mi pecho, y supe que lo peor había pasado.
—Pasó mucho tiempo,
Niall —musitó, contra mi camiseta. Asentí, aunque no pudiera verme.
—Tenemos un verano
entero para recuperarlo todo.
Alzó el rostro,
mirándome con sus enormes e increíbles ojos. —¿Puedes hacerme un favor?
—Claro —accedí,
curioso.
—Hagamos de cuenta
que nunca te fuiste. Quiero mi relación contigo tal cual la dejamos hace tres
años. No quiero que nada cambie, a partir de hoy. ¿De acuerdo?
La miré,
emocionado. —Tres años no van a arruinar esto —prometí, sintiendo como de
pronto me quitaran una mochila enorme e invisible de mis hombros.
-Fin de su
narración-
-Narras tú-
Después de poner
todas las cartas sobre la mesa y decidir que no podía simplemente borrarlo de
mi vida otra vez, estuvimos hablando un largo rato, buscando volver a
acercarnos. Luego, Niall se fue a su casa, y yo bajé al living con Lina y Nati,
que todavía seguían allí.
—¿Y? ¿Qué tal todo?
—preguntó Lina, impaciente. Sonreí ampliamente, dándole la respuesta. Ambas no
tardaron en abrazarme y canturrear como pendejas.
—Bueno, bueno, che.
No me estoy casando —dije, para quitarle importancia al asunto. Se estaban
volviendo locas.
—Me alegro mucho
por ustedes, prima —habló Nati, luego de contarles todo sobre nuestra charla—. Son
lo más lindo que vi en mi vida.
—Gracias, Nati. Yo
también me alegro, no sabés cuánto… Y ahora, —sonreí, de excelente humor— ¿quién
quiere ver un maratón de Pretty Little Liars?
-Fin de tu
narración-
-Narra Louis-
Ya eran como las
dos de la tarde cuando bajé, en busca del desayuno. O almuerzo. Lo que sea,
moría de hambre.
—¡Bien hecho,
hermano! —escuché la voz de Liam viniendo de la cocina, junto con el sonido de
cacerolas y sartenes chocando entre sí. Genial, por fin alguien se dignaba a
cocinar y dejar de pedir comida china…
—Lo sé, lo sé.
Espero no echarlo a perder esta vez, viejo —era Niall el que hablaba. Irrumpí
en la cocina, curioso por saber de qué estaban hablando.
—¿Qué cuentan,
putos? —me senté en la mesada, dándole un mordisco a una rodaja de pan que
había por allí.
—Niall arregló su
mierda con la vecina caliente de al lado —habló Harry, sin darse vuelta,
preparando quién sabe qué. Quizás pasta, debido al olor a salsa…
—¿En serio? —alcé
una ceja en dirección a mi rubio amigo. —Me alegro hermano. Esa chica es
jodidamente sexy.
Al instante de que
las palabras salieran de mi boca, un pedazo de pan se estrelló contra mi cara.
—No hables así de ______ —me advirtió, severo, Niall. Reí, quitándome el pan de
encima.
—De acuerdo, no nos
pongamos salvajes —bromeé, palmeando su espalda—. Te pegó fuerte esta mina, ¿no?
—Tú solo mantente
alejado, Louis —me miraba con el ceño fruncido.
—No voy a hacerle
nada que ella no quiera —dije, divertido. ¿Acaso vieron a esa chica?
Simplemente no puede pedirme eso. Tengo todo un verano por delante para hacerle
cambiar de opinión.
Suspiró, mirándonos
a cada uno. —Lo es todo para mí. Manténganse lejos de ella, porque si la
lastiman, los mato. ¿Entendido? —Dejó sus ojos suspendidos en los míos por un
segundo más—. ¿Entendido, Louis?
Asentí, alzando las
manos en señal de paz. —Tranquilo, idiota. Toda tuya.
Su cuerpo se relajó
visiblemente, y esbozó una gran sonrisa. —Genial —exclamó, volviendo a ser el
Niall de siempre—. Bo, Harry —el aludido volvió a darse vuelta, enarcando una
ceja. —¿Falta mucho para la comida? ¡Muero de hambre!
-Fin de su narración-
-Narrador
omnisciente-
Las tres chicas
permanecieron en los sillones del living de ______, viendo el maratón de
capítulos viejos de Pretty Little Liars que transmitía ABC Family. Dos horas
más tarde, Lina y Natalia se fueron, dejando a la chica sola. Cómoda como
estaba, siguió mirando la televisión, aún en pijama y con un tazón de palomitas
en su regazo. El día, a pesar de estar en pleno verano, había estado
completamente nublado y con algo de lluvia, por lo que ______ no apetecía salir
–algo raro en ella- y esperaba a
Niall, quién dijo que volvería más tarde.
Mona, sintiendo que alguien la observaba, giró
despacio. A través del cristal empañado de la ventana delante de ella, divisó a
Alison, mirándola fijamente…
—¿_______? —la chica
se sobresaltó, muerta del miedo, al sentir una voz a sus espaldas. Se giró en
seguida, viendo como el rubio –teñido- caminaba hasta ella, con las manos en
los bolsillos, sonriendo.
—¡Me asustaste,
Niall! —se quejó la chica, sacudiéndose de la ropa el pop corn que accidentalmente había tirado segundos antes—. ¿Cómo
mierda entraste?
Su amigo rió,
sentándose a su lado en el sillón. —La puerta estaba abierta —adoptó una
expresión más seria —es peligroso que no cierres con llave, estando sola en
casa…
—Me olvidé —dijo la
castaña, quitándole importancia. Volvió su atención hacia la pantalla.
—¿Qué miras? —preguntó
Niall, luego de estar varios minutos en silencio, sin entender sobre qué mierda
se trataba lo que sea que estaban mirando.
—Pretty Little
Liars —contestó ______, sin siquiera mirarlo, absorta como estaba con
televisión.
Su mejor amigo de
toda la vida, resignándose a que cualquier intento de conversación en ese mismo
momento era en vano, se acomodó mejor en el sillón, dispuesto a ver la estúpida
serie.
Pero, no es como si
se lamentara. Después de tres años sin siquiera un mísero mensaje de texto,
estar allí junto a ella viendo la tele era, definitivamente, increíble. Estuvieran
viendo Phineas and Ferb, The Notebook o cualquier otra mierda. Solo importaba estar
allí, con ella.
“-Tobby…
-Pretending not
to love you was the hardest thing I’ve ever done…”
Sin poder evitarlo,
más lágrimas cayeron por las mejillas de _____, como llevaban hacienda desde
que Spencer se enteró de que Tobby “trabajaba” para A. Niall, intentando
contener la risa, la estrechó entre sus brazos, mientras la chica se tapaba los
ojos con las manos. Odiaba llorar en público, pero Niall no era un simple
“público”. Y tenía que admitir que Tobby era su favorito de la serie.
—¿Es en serio? —preguntó
Niall, entre divertido e incrédulo, mientras la castaña continuaba sollozando,
negándose a mirar la pantalla.
—Tú cállate —gruñó
esta, sorbiendo por la nariz y manchando de lágrimas por segunda vez en un
mismo día, la camiseta del chico.
Éste volvió a reír,
enternecido por su vulnerabilidad. —Hey, no llores… Además, el tipo este…
¿Tobby se llamaba? —la chica asintió contra su pecho, sin alzar la vista—
bueno, Tobby es un idiota.
Aquello sirvió para
que _____ dejara de llorar, y se enderezara, mirándolo con cara de pocos
amigos—. ¿Qué fue lo que dijiste?
El rubio se encogió
de hombros. —Simplemente, si yo fuera Spencer, lo hubiera mandado a la mierda.
—Oh, no. No acabas
de decir eso —respondió su mejor amiga de toda la vida, parándose de pronto,
molesta—. ¡Tobby solo quería protegerla!
—¿Protegerla? ¡La
mina se volvió una psicópata! Qué buena protección que le dio…
—Horan, sos hombre
muerto.
Niall se paró de un
salto y comenzó a correr hacia la cocina, al mismo tiempo que ______. El chico
conocía muy bien su arte de asesinarlo con cosquillas, y no quería volver a
pasar por el mismo sufrimiento…
Entre risas y
chillidos, ambos corrieron con toda la rapidez que podían… hasta que ______ se
abalanzó sobre la espalda de Niall, provocando que los dos cayeran al suelo,
justo antes de irrumpir en la cocina.
—Bien… —musitó
______, recuperando el aliento. Rodó sobre la espalda del chico, hasta quedar
acostada en el piso, junto a él—. Eso fue… divertido.
El ojiazul bufó
divertido, apoyándose en su codo derecho, de manera que quedaba enfrentado a
______. —Querer matarme no es divertido —puntualizó.
La castaña rió. —Si
no hubieras insultado a mi novio, estarías a salvo…
—¿Tu novio? —repitió,
burlón, fingiendo estar celoso—. ¿Cómo es que lo prefieres a él antes que a mí?
—Ya sabes, los
nombres que empiezan con “t” me pueden…
—Bueno, mi nombre no empieza con una “t” pero
puedes conformarte con mi apellido.
Ambos alzaros el
rostro, sobresaltados, encontrándose a Louis Tomlinson mirándolos con una
sonrisita divertida, frente a ellos. La castaña fue la primera en reaccionar,
parándose, claramente molesta.
—¿Y a vos quién te
dio permiso para entrar? —exigió, sin apartar la mirada de esos ojos verdes y
cautivantes… Una lástima que su dueño fuera tan ¿estúpido?
El ojiverde se
encogió de hombros, claramente complacido de su reacción. —La puerta estaba sin
llave.
—No puedes entrar
por ahí como si nada, Lou —le recriminó ahora el rubio, parándose junto a
_______. “Lou” rio una vez, y luego detuvo sus ojos en _____. Más precisamente,
en sus esbeltas y bronceadas piernas, que dejaban mucho al descubierto. Y es
que, la chica aún seguía llevando su “pijama”, constituido por bóxers y una
remera que apenas le tapaba el culo… Todo un espectáculo para el más grande de
la banda. El mundo entero sabía que su debilidad eran las piernas.
—Perdón,
¿interrumpí algo? —preguntó Louis con falsa inocencia, volviendo a dirigir su
vista hacia los ojos de la chica. ______ no tardó en bufar, totalmente molesta
con su presencia. Sí, el tipo estaba divino, le concedía eso. Pero el trato que
le dio ayer, fue suficiente como para ponerlo en su lista de “personas que
detesto”. Y estaba segura de qué él lo sabía, y se divertía con eso.
—Interrumpís mi
existencia, Tomlinson. Así que —señaló la puerta— te vas.
—Oye, tranquila…
—su expresión cambió, pasando a ser arrepentida. O mejor, fingiendo arrepentimiento. —Lamento lo de ayer, no debí…
—Sí, lo que sea —lo
interrumpió—. Ahora, largo.
—Pero… —miró a
Niall, pidiéndole con la mirada su apoyo. —Hermano, ¿me ayudas aquí?
Éste alzó las manos
en el aire, negando con la cabeza. —Yo no me meto…— _______ le dedicó una
mirada orgullosa, que el irlandés correspondió con una sonrisa boba. Louis rodó
los ojos, imaginándose cuán largo sería el verano con este par de gansos.
—Bien, chicos, creo
que me iré a bañar —en realidad, le hablaba solo a Niall—. ¿Vendrás luego?
Sonrió. —Claro,
boba. ¿No oíste nada de lo que te dije hoy?
______ rió, feliz.
—Bueno, nos vemos en un rato. —Se giró hacia Louis, que se divertía
contemplando la escena. ¿Quién iba a decir que su vecina sería tan blanda? Al conocerla, alzó todos los
carteles de “chica mala”. Y mirándola así, parecía toda una niñita… —Y tú, será
mejor que no te vuelvas a aparecer por aquí —le advirtió, con ojos asesinos.
______ no era de esas chicas que olvidaban. Y no iba a olvidar lo idiota que
fue Louis la noche anterior. Se divertiría un poco con eso, antes.
Ya me rogarás tú para que me meta en tu cama, pensó. —No te preocupes, linda. Nos vemos por
ahí —sin más, le guiñó un ojo, y se encaminó a la puerta, demostrando con su
andar que confiaba plenamente en sí mismo.
—Tú solo ignóralo
—le recomendó Niall, antes de depositar un beso en su mejilla y repetir el
camino de su amigo.
Una vez que ______
estuvo sola, subió las escaleras, para tomar una buena ducha. Antes de entrar
al baño, pasó por su cuarto y tomó su celular, fijándose en que tenía 9
mensajes sin responder, y 8 llamadas perdidas. Resopló, y se sentó en la cama,
dispuesta a revisarlo todo.
“¿Qué tal todo con Niall? Li y Nati me
contaron, pero quiero escucharlo de vos. ¿Vuelven a ser amigos?” escribió Celia, dos horas antes. También tenía
dos llamadas perdidas suyas.
“Puta, tenés que contarme TODO. ¿Qué pasó con
el rubio? Nati me llamó. Ly” le mandó Nicole, seguido de tres llamadas perdidas y dos
mensajes más:
“Perra, ¿qué hacés que no me contestás?
¡Necesito saber! Llamáme o te mato.”
“LA PUTA MADRE ______, HABLÁ”
“Natalia no me deja ir a verte porque dice que
estás con Niall. Pero mañana te juro que estoy ahí para hacerte cantar todo,
yegua egoísta. ¡A una amiga no se la deja con la intriga!”
Reí, antes de pasar
al siguiente mensaje. Dios, Niki estaba loca.
“Fiesta el miércoles en casa de Cat. Invita a
tus amigos. Xx” Tibbi
le había mandado el mensaje; una chica de su clase. De su antigua clase, más
bien. Porque, aún pareciéndole totalmente surrealista, _______ ya se había
graduado. Lo que significaba que en octubre iría a la universidad, y aún no
tenía la más puta idea de lo que quería estudiar.
“______, ¿vas a la fiesta de Cat?” le escribió su prima Nati.
“Boluda, me tengo que comprar algo para lo de
Cat. ¿Me acompañás el lunes?” un nuevo mensaje de Celia.
Y, para sorpresa
suya, tenía un mensaje de su madre, y tres llamadas perdidas suyas. ______
abrió la conversación con su madre, que estaba casi vacía. En el tiempo que no
permanecía en su casa, rara vez hablaban…
“Hija, te llamé tres veces y no me atendiste. Era
para decirte que esta semana no vuelvo a casa, así que nos vemos el próximo
sábado, ¿está bien? Espero que estés pasando bien. Te extraño, xxx”
La castaña suspiró,
y dejó el celular sobre la cama aún sin tender. A veces echaba de menos a su
madre, Sara; nunca se había acostumbrado a la idea de verla tan poco. Pero,
desde que su padre falleció cuando era solo una niña, Sara se había hecho cargo
de su pequeña familia, trabajando 12 horas al día para que a su hija no le
faltara nada. Y ______ no se lo reprochaba, pero odiaba la idea de saber que no
tenía a su madre presente en su vida. Es decir, la mujer solo estaba dos días a
la semana con ella. ______ odiaba eso, pero entendía que lo hacía por el bien
de ambas. Y eso era lo que más le molestaba. Perder a alguien, sin en realidad
perderlo. Le recordaba que su vida estaba llena de pérdidas. Su padre, su mejor
amigo…
Aunque, quizás esta
vez la historia fuera diferente para ellos dos. Quizás podría recuperarlo,
recuperar todos los años perdidos. Ir en contra de lo que _____ había creído
toda su vida: “Nada nunca ocurre dos
veces en la vida. Lo que se perdió, se perdió. Y lo que se encontró para luego
ser perdido, nunca tuvo intenciones de ser encontrado.”
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HIII, NUEVO CAP
:)))) ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO. Y HACE BASTANTE QUE NO SUBÍA ACÁ, ASÍ QUE
MIL PERDONES POR LA TARDANZA. PASA QUE EL 3 DE DICIEMBRE TERMINO LAS CLASES, Y
ESTOY CON TODOS LOS PARCIALES. Y TENGO QUE ESTUDIAR MUCHO, PORQUE EN LA ÚLTIMA
ENTREGA DEL CARNET (BOLETÍN) ME FUE COMO EL CULO. Y SI NO ME PONGO LAS PILAS ESTOS
ÚÑTIMOS DÍAS, ME LLEVO COMO 4 MATERIAS A EXÁMEN Y LA VERDAD QUE CERO GANAS DE
ESTUDIAR EN EL VERANO. ASÍ QUE NADA, ME HE PASADO CON LA CABEZA ENTRE LOS
LIBROS PRÁCTICAMENTE. UNA MIERDA, SÍ. PERO LO BUENO ES QUE CUANTAS MÁS MATERIAS
SALVE, MÁS TIEMPO DE ESCRIBIR TENGO EN LAS VACACIONES. ¿VEN? HAY QUE VERLE EL
LADO POSITIVO, AH. Y NADA, LES COMENTABA ESO. RECEMOS PARA QUE NO ME VAYA A MUCHOS
EXAMENES, JAJAJA. LO SÉ, SOY UNA CHOTA.
EN REALIDAD ESTE
CAP LO TENGO ESCRITO HACE BASTANTE, PERO NO LO HE PODIDO SUBIR ANTES. ESPERO
QUE LES GUSTE, Y QUE SIGAN LEYENDO LA NOVE A PESAR DE TODO :)))
NI HABLAR QUE
APENAS TERMINE LAS CLASES, SUBO MARATÓN.
OJALÁ LES HAYA GUSTADO EL CAP, ME VINO LA INSPIRACIÓN
Y BUENO, SALIÓ LO QUE SALIÓ. COMENTEN Y DÍGANME QUE LES PARECIÓ<33
LAS AMO MUCHO!!!!
NATY.
PD: TENGO UNA
NOTICIA ALGO TRISTE: LA NOVELA DE HARRY TERMINA ESTE AÑO. O SEA, FATAN POCOS
CAPÍTULOS. UNOS DIEZ, O MENOS. LES VOY AVISANDO PARA QUE SEPAN. PERO, APENAS LA
TERMINE SUBO UNA NUEVA. QUE SEGURAMENTE SEA DE ZAYN. ¿USTEDES QUÉ DICEN? ¿LA
LEERÍAN?