lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 2º: ''Vecinos''.




-¿Qué pasa preciosa? ¿Te acordaste de algo?- oí su voz burlona a mis espaldas. Todavía estaba procesando el hecho de que tenía nuevos vecinos. Y que estaban divinos. Con Louis como un claro ejemplo.
-¿Dijiste que vivías aquí, cierto?- pregunté, para cerciorarme. No vaya a ser que me esté haciendo la película para nada.
Me miró entre divertido y extrañado.
-No te lo dije, pero sí, vivo aquí. ¿Por?
-Bueno... Resulta que tienes de vecina a la chica más ardiente de Irlanda- anuncié, sin rastros de modestia.
-¿Quién, la abuela Anacleta?- ambos nos volteamos hacia dónde provenía la voz. Allí, ahora vestido con unas bermudas grises y remera azul marino con cuello en V, estaba parado Harry.
-Ja, ja- ironicé, con cara agria. Todo bien, pero no se metan con mi abuelita-. ¿Y tú no te estabas bañando?
-¿Y tú no te estabas yendo?
-No, decidí quedarme a admirar tu belleza, sabes- expliqué, con sorna. Rió ante esto, y yo no pude evitar sonreír-. Al parecer somos nuevos vecinos, Harry- alzó una ceja, adoptando una mirada pícara.
-¿De verdad?...- sonrió sin disimular el hecho de que le agradaba esa noticia-. Y dime... ¿Sueles hacer topless en tu piscina?- preguntó, natural. Reí fuertemente, contagiándole mis risas.
-Wow wow wow- nos interrumpió el castaño- ¿desde cuándo se conocen ustedes dos?
-¿Qué? ¿Te pones celoso Louis?- fingí inocencia. Harry rió, mientras su amigo me miraba feo.
-¿Yo, de ti? Obviamente- dicho esto, abrazó fuertemente por los hombros al chico con rulos-. Harold es mío- me avisó. No sé si en joda o en serio. A no ser qué...
-¿Son gays?- pregunté, sin poder evitarlo. Tampoco quería desperdiciar mi tiempo cargándome a alguien atraído por otro sexo. Por más que estén muy buenos, cualquiera de los dos.
-Tranquila preciosa, solo tengo ojos para ti- me guiñó Louis un ojo exageradamente. Rodeé los míos.
-Me imagino. ¿Quién podría resistirse a mí?
-Y, con ese trasero... lo veo difícil....- comentó, caminando hacia mí e inspeccionando a propósito la parte trasera de mi cuerpo.
-Idiota- me limité a describirlo-. Como sea, me voy- miré a su amigo-. Chau Harry- saludé coqueta.
-Adiós linda- me respondió a su vez, mordiéndose el labio inferior. Sonreí, y me encaminé hasta la acera, para luego ir a mi casa, unos metros más a la izquierda.

Bien, estoy segura de que será un verano interesante.

Caminé hasta la acera, para luego ir a mi casa, unos metros más a la izquierda. Una vez allí, abrí la puerta con la llave escondida debajo del tapete y entré, aún con la cabeza dándome vueltas; tanta charla había hecho empeorar mi resaca.

Me dirigí rápidamente al piso de arriba y, una vez en el baño, tomé unos calmantes para disminuir el dolor.
Mientras me surtían efecto, aproveché para desplomarme en el sillón. Estaba agotada. Y la cabeza no dejaba de darme vueltas... ¿Por qué mierda acabé en la casa del tal Louis?
Pero era algo que obviamente no iba a preguntarle. Mi orgullo ante todo. Así que, unos minutos más tarde, y sintiéndome un poco mejor, volví al baño para darme un buen y relajante baño y quitarme de encima los restos del alcohol.

Media hora más tarde, entré en mi habitación envuelta en una toalla y tomé mi celular, marcando el número de Nicole. Me iba a matar.

-INICIO VÍA TELEFÓNICA-
Niki: ¿Uhm?- atendió del otro lado de la línea, con voz adormilada.
Tu: ¿Qué voz, eh?- bromeé, intentando aplacar el asunto de ante mano.
Niki: ¿______(tu nombre)?- escuché el sonido del colchón mientras se incorporaba. -¿Dónde mierda estás?
Tu: En casa- informé, inocentemente.
Niki: No te hagas la estúpida, ¿dónde dormiste?- exigió saber, molesta. -¡Estaba preocupada! Te fuiste con el caño ese y no te vi más.
Tu: Bueno, est...- esperen. -¿Qué caño?
Niki: El británico, ¿qué no te acordás?
Tu: Am, ¿no?- respondí dudosa-. Mi mente está en blanco de las tres de la mañana en adelante. Así que si podés ayudarme a recordar...
Niki: -oí como murmuraba alguna puteada, seguramente a causa de mi poca responsabilidad-. Poco después de que me arrastraras a la pista de baile, apareció el británico y te fuiste con él. Del resto no estoy enterada. ¿Algo que quieras agregar?- preguntó, con voz de madre retando a su hijo. A veces Nicole se pone muy sobre protectora...
Tu: Bueno... Supongo que llegué ahí con él- pensé en voz alta. Ahora mi mente estaba en qué mierda había hecho con Louis.
Niki: ¿Cómo que llegaste ahí con él? ¿Es decir a su casa?
Tu: Tranquila, no hice nada raro- me apresuré a aclarar.
Niki: ¿Cómo podés estar tan segura? Después de todo no te acordás de nada- suspiró-. Estás llevando demasiado lejos las cosas, ______ (tu nombre). Ya te lo hemos dicho varias veces, pero tú no escuchas. Ni si quiera conoces a este tipo...- rodeé los ojos.
Tu: No soy ninguna puta ¿okey? No me acosté con él. ¿Qué tiene de malo divertirse un poco?- quise saber, exasperada.
Niki: ¡El problema es que tú llevas la diversión al extremo! Y...- oí cómo sonaba el teléfono en su casa repetidas veces.
Tu: Oye, tú atiende y cuando te calmes hablamos, ¿está bien?- escuché cómo soltaba un resoplido.
Niki: Ok. Luego hablamos- y cortó.
-FINAL VÍA TELEFÓNICA-


-Fin de Tu Narración-

-Narra Louis-


Luego de que _____ (tu nombre) se fue, no tardaron en llegar los comentarios desubicados de Harry. ¿Pero, qué digo? Si Zayn no se quedaba atrás. Parecían dos retardados vírgenes salidos sé un internado solo para hombres. Como si nunca hubieran visto a una mina...

Bueno. Aunque la pendeja esta no era una cualquiera. Le doy como pobre al guiso, así nomás. Está divina, lástima que sea tan amarga... Definitivamente su temperamento le quita puntos. Pero, sin contar eso, es obvio que vamos a estar (recuerden lo que les dije en el capítulo pasado: estar significa besarte profundamente con alguien, sin ser necesaria una relación ni nada.) Además, la tengo de vecina. ¿No podría tener más suerte?

-Y ese culo... Cuantas cosas le quiero hacer yo a ese culo- comentó Harry, distraído, seguramente imaginando todo tipo de escenas morbosas en su mente.
Le tiré un almohadón en la cara, malhumorado.
-Ta, bo, basta. Yo la vi primero, es mía- le advertí, con anticipación. Porque, conociéndolo, no va a tardar mucho en tirarle los tejos...
-¿Qué decís? Vos ya tenés a Eleanor. Dejáme una a mí- se quejó, volviendo en sí. Rodeé los ojos.
-Eleanor y yo terminamos hace tres meses. ¿Podés ya superarlo?
Bien que era él el que decía que tenía que terminar con ella, luego de encontrarla engañándome con un bastardo. Pero claro, cuando la situación lo requiere, es su persona favorita en el mundo...
Me ofreció una sonrisa arrepentida, acomodándose el pelo con las manos.
-Lo lamento bro. Pero quiero estar con la vecina- reí, por cómo lo dijo. Rimó y todo.
-Igual no creo que quiera estar contigo, Hazz. Es obvio que me tiene ganas- dije, dándolo por sentado. Aunque es sólo para parecer con más ventaja que mi amigo ruloso. En realidad, la veo difícil.. Ella no tiene apariencia de estar con cualquiera. Tengo la impresión de que es más selectiva...

Zayn, que estaba callado desde hace un rato tecleando en su celular, por fin decidió unirse a la conversación.
-No sean idiotas, si los dos le tienen ganas, estén los dos con ella. No creo que le importe.
Lo miré indeciso, y luego a Harry, que estaba igual que yo.
-No lo sé viejo... No suelo meterme con las mismas chicas que mis amigos.
-Ni yo- estuvo de acuerdo mi ruloso amigo.
-Además vivimos al lado y la veríamos siempre y...

Zayn nos interrumpió, riendo.

-¿Ven? El que se la quiera jugar, que esté con ella. Y el que no... Hay miles de chicas lindas en Mullingar. Aprovechen el verano y ya está- zanjó la cuestión. Nosotros dos asentimos de acuerdo... Tampoco es como si vayamos a discutir por una mina, por más que esté muy buena y todo lo que quieran.

Estuvimos hablando de cosas sin importancia por un rato, hasta que el celular de Harry sonó. Lo sacó de su bolsillo y, tras hablar por unos minutos con la persona del otro lado de la línea, se levantó del sillón y nos miró.

-Me acaba de llamar Niall, dice que ya llegaron al aeropuerto. Están esperando en una sala vip para que no los vean- informó, tomando los lentes de sol y las llaves de su auto, mientras se dirigía a la puerta.

¿Por qué estaban Liam y Niall escondidos en una sala vip? Bueno, la idea de venir a Mullingar es porque necesitamos un buen descanso luego de los tres tours que hemos hecho en estos años. Y cuando pensamos en ''buenas vacaciones'', nos referíamos a medio año sin grabar, ni dar presentaciones, ni estar relacionados con la prensa... Algo que obviamente ni Modest! ni Simon aceptaron. En cambio, coincidieron con nosotros en que necesitábamos descansar, así que nos dieron tres meses de vacaciones. Y elegimos Mullingar, porque desde que salimos de The X Factor, Niall nunca había vuelto. Todos sabíamos que extraña su casa y su familia, así que... ¿Por qué no? Alquilamos esta casa en un barrio privado y lejos de la cuidad, por lo que es muy difícil que la prensa se entere de en dónde estamos. Podremos pasar el verano como chicos normales, y es algo sumamente genial.


Dos horas más tarde, ya estábamos los cinco nuevamente en casa, y Liam y Niall instalándose en sus respectivas habitaciones.
A decir verdad, noté al rubio un poco raro... Tenía la mirada como perdida, pensativa... Le pregunté que le pasaba, pero le quitó importancia, diciendo que estaba cansado del viaje. Asumí que era cierto, y lo dejé tranquilo.

Luego de un rato, decidimos hacer algo más divertido. Los chicos estaban cansados del viaje, así que no saldríamos, por lo que pusimos la música al máximo, pedimos catorce pizzas con mozzarella y salami, armamos partidas del Play Station y nos dedicamos a tener nuestra primera noche oficial de descanso, los cinco juntos.


-Fin de la Narración de Louis-

-Narras Tú-


-Te odio perra- me aseguró Niki.
-Yo también.
-¿Te das cuenta que no podés tener un orto más grande?
-Bueno chicas, calma- habló esta vez Lina.- ¿De qué se preocupan? Si a partir de hoy nos quedamos a vivir acá- todas reímos. Les estaba contando la existencia de tres chicos sexys viviendo al lado de mi casa.

Las chicas se habían quedado a dormir, y, tras ''rezongarme'' por lo ocurrido la noche anterior y ponernos al tanto de todo, decidimos alquilar pizzas y hacer un maratón de películas románticas. Aunque obviamente me quedo solo con las películas. Si quieren engordar con todas esas calorías, allá ellas.

-Bien, ¿cuál vemos primero?- preguntó Celia, volviendo de la cocina con tres tazones de pop salado recién hecho.
-Yo voto por Más allá del cielo- propuso Nátali.
-Definitivamente. No hay película de Zac Efron que no esté buena. Le doy tanto a Zac...- comentó soñadora Lina, y todas estuvimos de acuerdo. Es que es verdad: cuánto más crece, más violable se hace.

Apenas poner la película, un ruido insoportable comenzó a sonar. Bueno, ruido no, sino más bien música. Pero asquerosamente alta.

-¿Qué mierda es eso?- preguntó mi prima, incorporándose de los veinte almohadones que estaban desperdigados por el piso.
-Parece... ¿música?- arrugó la nariz Celia. -¿De dónde viene eso?
Todas dejamos de hablar, intentando descubrir cuál era el origen de la puta música. No es porque no me gustase, pero iba a ver una película. ¿A qué enfermo se le ocurre poner la música a ese volumen?

Tras estar unos segundos en silencio, todas llegamos a la misma conclusión. El ruido provenía de al lado. Más concretamente, de los nuevos vecinos. Pero al carajo lo bueno que están o lo que quieran. Quiero ver la puta película en paz.

Sin más, me paré, y comencé a caminar hacia la puerta de mi casa, consciente de que llevaba puesto únicamente unos bóxers y una remera larga, que me llegaba hasta dónde termina el culo.

-Boluda, ¿a dónde vas?- inquirió mi prima, siguiéndome.
-A la casa de esos retrasados- le respondí, molesta, sin esperar una respuesta de su parte.
Salí a la calurosa noche de Irlanda, y caminé decidida hasta la casa de al lado. Cuánto más me aproximaba, más me aturdía la música. ¿Es que están sordos o qué?

Al llegar a su puerta, golpeé la puerta lo más fuerte que pude. Nada. Probé con el timbre... Una, dos, tres, once veces, hasta que la puerta al fin se abrió.

-¿Me extrañaste preciosa?- me preguntó Louis divertido, aunque con un rastro de sorpresa en su rostro. Rodeé los ojos, y me auto invité a entrar. ¿O sea? Lo empujé y me colé en su casa.
-¡Eh! ¡Pasa, claro!- se quejó gritando a causa del volumen de la música y sobándose el hombro, mientras me miraba de mala manera. -¿Se puede saber quién te dio permiso para entrar a mi casa?
-No me vengas con modales, imbécil-. Bien, estoy segura de que más tarde me arrepentiré de tratar a un chico tan partible de esta forma. Pero no puedo controlar mi temperamento, y en este momento estoy muy molesta.
-Imbécil las pelotas, pendeja. Esta es mi casa, así que mejor te vas- me exigió, también comenzando a enojarse. Molesto se veía mucho más sexy...

Lo ignoré, y comencé a caminar hacia el living, mientras miraba para todos lados en busca del equipo de música. Al llegar hasta allí, distinguí la cabellera de Harry y de alguien desconocido, jugando y sumidos completamente en el Play. Sin pensar mucho, me dirigí hasta allí y desenchufé el aparato, haciendo que la pantalla se quedara en negro, muerta.

-¿Pero qué carajo...?- comenzó a decir Harry, que al verme, se calló abruptamente. Luego de ver mi rostro molesto, el enchufe de la televisión en mi mano derecha, y mis bronceadas piernas descubiertas, por fin habló. -¿Qué mierda hacés?- exigió, alzando el tono debido al puto ruido que seguía sonando. Lo ignoré, y pregunté fríamente a su vez:
-¿Dónde está el equipo de música?
-¿Era necesario apagar la televisión?- sé que está haciendo un esfuerzo enorme para no putearme de arriba a abajo. En otro momento me hubiera dado gracia, y hasta ternura, pero... no ahora.
-¿Es necesario aturdirme los oídos?- repliqué, poniendo la mejor cara de orto que tengo.
-¿Y a vos qué te molesta tarada?- habló esta vez Louis, bastante enojado también. -¡Viví un poco!
-¡Estoy tratando de ver una puta película con mis amigas y tu estúpida música no me deja!

Y, como si de magia se tratase, el insoportable ruido cesó de pronto. Suspiré relajada, mientras me alejaba del imbécil británico ese...

-¿Qué son todos esos gritos?- inquirió una voz detrás de mí.

Esa voz.

Su voz.

Él.

No, no podía ser él.

¿O sí?

Me di la vuelta lentamente, sin entender del todo lo que estaba ocurriendo, o que estaba haciendo yo.

El cable que sostenía mi mano, calló.

Y sentí que mi cabeza, mi corazón y toda yo, también.


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Hola chicas :) Por fin subo el segundo capítulo de esta novela. Espero que les haya gustado... Dije que lo subía ayer pero lo subo hoy, porque bueno, MTV VMA's... Morí. En fin. Estuve escribiéndolo toda la tarde de ayer, y me costó un poco hacerlo, porque no sabía muy bien cómo hacer para que Niall y ustedes se encontraran de una manera creíble. Además, no quería precipitar las cosas. Entonces bueno, quedó así. Ojalá que les haya gustado. Y el próximo capítulo se viene mucho más interesante.
Lamento la tardanza, de verdad. En el blog de Harry escribí sobre por qué me demoré todo este tiempo; ojalá que lo hayan leído y sepan entender. Y les aclaro, la novela no la dejo.
Les subiré el próximo capítulo pronto. Y por favor, comenten!!!!!! Amo sus comentarios y los leo TODOS. Y por favor, únanse al blog las que no están unidas, en la parte de ''seguidores''. Era eso. No las molesto más :)
Ah!!!! Falta poquito para el cumple de Liam. Y para el estreno de This Is Us, claro. Pero es más importante el cumpleaños de Liam obviamente. No les prometo que subiré un capítulo para su cumpleaños, pero si lo termino para el jueves, lo subo. Si no, no. Y en la de Harry lo mismo.
Un beso enorme, las amo
Naty.